Él coleccionaba miradas,
por eso cuando veías sus ojos
no podías saber cuál era el ser real,
siempre mostraba uno distinto
-uno nuevo.
A veces cuando voy caminando,
creo reconocerlo en otras miradas.
¿Cuántas habrá robado y cuántas no le robaron a él?
No hay comentarios:
Publicar un comentario